miércoles, 9 de marzo de 2016

A cada uno de nosotros se nos dan bien cosas distintas: a unos el deporte, a otros la música...¿Depende esto de los genes?

La fuerte influencia de los genes en la personalidad no implica que los factores heredados determinen irremediablemente el perfil de las personas. El profesor Nathan Gillespie, del Instituto de Investigaciones Médicas de Queensland de Australia dijo que los genes influyen hasta un 60% en la personalidad del hombre. Sin embargo, subrayó la importancia de los factores ambientales para que los rasgos heredados se expresen.


 






La conferencia de Natham Gillespie, La genética de la personalidad, cerró la edición de este año del congreso sobre genética que se celebra en la sede de Valencia de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo (UIMP).
El investigador australiano fijó en el 60% la importancia del peso de la herencia en la personalidad de los humanos.
Sin embargo, no se olvidó de los factores ambientales, que dividió en dos. Uno de ellos es el entorno compartido, es decir, todo aquello que absorbe de su convivencia familiar y que las personas tienen en común con sus hermanos. 
Otro es el entorno no compartido, derivado de las experiencias individuales, que es el aspecto que realmente ‘nos hace diferentes’, como apuntó el investigador. Para el ponente, la genética siempre será, como mucho, ‘una predisposición del individuo a manifestar determinados rasgos de la personalidad’, por lo que el entorno ‘será determinante para favorecer que tales rasgos afloren o no’.

Expertos señalan que la herencia establece límites al nivel de desarrollo de características y solo dentro de él, las fuerzas del ambiente determinan las características de la personalidad. Un alcance interesante es el que afirma que es muy probable además que los seres humanos hayamos heredado algunas características que influirán sobre las elecciones de nuestra carrera profesional.

La gente a menudo nota que los hijos actúan de la misma manera que los padres, o de la manera que los padres de éstos desean, y asume que están viendo los efectos de la educación de los padres sobre los hijos. Pero los hijos heredan genes de sus padres, no sólo un entorno cultural, así que cualquier similitud puede simplemente reflejar la herencia biológica de rasgos psicológicos. Steven Pinker